Situada al norte de las Jónicas y por tanto al amparo del mar Jónico, la isla de Léucade -también conocida como isla de Lefkada– es una de las más bellas islas griegas. Su capital, Léucade, es la ciudad más importante seguida de Vassiliki y Nidri.
Qué ver y qué hacer
Dado su clima mediterráneo -y no solo por ello nos recuerda a las Baleares-, su frondosa vegetación, sus enclaves históricos, su arena fina y sus extensas playas, esta isla un lugar privilegiado. Así,su capital está repleta de iglesias como la de Panthocrator, la de Ayios Spirídon y la de Ayios Minas. También es cuna de museos, destacando el postbizantino, el arqueológico y el folclórico. Preciosos tanto por el entorno en el que se localizan como por su construcción y sus indescriptibles vistas son los monasterios de la Santísima Virgen Megalovrisiotisa y el de Faneromenis.
Es más que recomendable visitar las inmediaciones de Caligoni dotadas de una acrópolis medieval, restos prehistóricos y clásicos, una fortaleza y un coqueto teatro helenístico. De forma general, se deben visitar las zonas de Nidri, Jelonaki, Maduri, Meganisi, Poros y especialmente, la de Sivota. Y si se buscan montañas y rutas, los pueblos de Caría, Engluvi y el cabo de Lefcata proporcionarán una visión completa de la totalidad de la isla.
Como no podía ser de otra forma, comer no será un problema en este paraíso insular. En Nidri los restaurantes no tienen parangón. Así, el Apollon y el Toms Seaside Restaurant, inserto en la playa prometen excelentes manjares.
Para los marchosos, la noche se debe celebrar en Aguios Nikitas, donde se encontrarán locales que gustarán por su encanto.
Foto: massonth